viernes, 2 de diciembre de 2016

dos exposiciones optativas y otras por curiosidad en la calle Huertas

La fue una serie de paisajes, hojas naturales y mapas hechos a base de fragmentos textos de libros dispuestos de manera que la lectura era totalmente compresible y coherente mientras daban forma a las distintas composiciones vegetales y urbanas;





 

Terminado en una en cuyas letras caidas daban aspecto de caos y abandono.
La recepcionista no fue muy comunicativa, la que si lo fue fue la de unas galerías más abajo que exponía las obras de una artista que había pasado por el arte naif y había descubierto su pasión por los piezas de orfebrería tras conocer la colección de un monje español que albergaba una de las más importantes de mundo, interesándose posteriormente en las pieza arqueológicas, como un objeto cotidiano con el paso de los años pasaba a ser una pieza de gran valor y que ayuda a descifrar el mundo del que procedía. Representando con esa pincelada y todo lo que le había aportado su recorrido unas obra que aunque de cerca parecían "mal dibujadas" (rasgo a drede adquirido de la coriente naif) poseían una calidad representativa casi fotográfica.
Fue altamente interesante, como de tan poco se podía repesentar tanta realidad
               

Despues vistitamos otras galerías de la zona que fueron intersantes pero sus responsables fueron igual de poco comunicativos como lo fuero en la primera
     

compestas a base de lineas rectas sobre todo tipo de material
               
               

Otra de lo mezclas entre arte urbano y tribial
                    
     
                 
     
                 
     
                  
               
                  

Y una de paisajes vegetales interesantes cuyo tema eran los niños dek mundo, los personajes representados aparenian en un plano que parecía colocado fuera de la representación principal, lo que que daba senssensación de inestabilidad y de que fueran a caerse en cualquier momento
                    
                    
             
                    

la última fue una exposiciónen la que pequenos elementos  naturales y artificiales de pequeño tamaño representado en uno mucho mayor obtenían protagonismo fotográfico, cerraba el recorrido con un edificio clásico undiendose entre una catarata y un arbol que podría representar tanto un resugimiento como un undimiento en el olvido como el que sufrió la Atlántida
         
    Fotos realizadas por nuestra                             compañera Mónica

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