Cespedosa Juan Manuel Castro Prieto
En la exposición de la Tabacalera de Madrid, Juan Manuel Castro Prieto recopila en
su obra fotográfica, un recorrido íntimo y personal por el pueblo en él que se
desarrolló su infancia y en el que están sus raíces,
En la obra recopila momentos que han quedado
congelados en el tiempo, los que quisiera atesorar para siempre, junto a los de
interpretación poética y personal.
En uno de los vídeos de la exposición, el autor cuenta como se inició en el mundo de la
fotografía al contemplar, en su infancia, el efecto "caja negra"
natural que se formaba en la puerta de su casa y que le introdujo en la
fascinación por la imagen.
La galería fotográfica me transmitía la sensación de
un mundo desvanecido, imágenes de la casa en la que fue feliz, antes de quedar deshabitada;
imágenes de esqueletos junto a niños llamando a la puerta, muñecos
transparentes junto al niño, como alguien que mira al fantasma de lo que le
hizo feliz; las casas, ya acosadas por el polvo con los bienes, que una vez
dieron vida a los hogares, empaquetados; maniquíes de familias con restos del
paso del tiempo; otro muñeco transparente como el fantasma inmóvil de
los antepasados del pueblo que veía en la imagen de al lado como se ahogaba lo
último que quedaba del pueblo que el autor considera formalmente bello o las fotos
de sus miedos con forma de demonio merodeando un hogar.
Todo para marcar los últimos y queridos granos de
arena que le quedan al pueblo.
Había también unas fotos con su sobrino y una cabra
que no supe interpretar, tal no signifiquen nada más allá de las escenas
capturadas.
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